La Contraloría General de la República descartó que se hubiesen producido irregularidades en la donación de un terreno de 2,32 hectáreas que efectúo la Zona Franca de Iquique a la Municipalidad de Alto Hospicio.
En el informe evacuado por el contralor general de la República, Ramiro Mendoza, desestima la denuncia formulada por el diputado comunista Hugo Gutiérrez, quien presentó una reclamación ante el organismo fiscalizador aduciendo una serie de anomalías en el traspaso del terreno.
Tras evaluar los antecedentes presentados por las partes y analizar la norma, la Contraloría dedujo que según lo establece el artículo No. 2 de la Ley 18.846, que autoriza la actividad empresarial del Estado en materia de administración y explotación de la Zona Franca de Iquique, ésta es una entidad privada que se rige por las normas de las sociedades anónimas abiertas y sujeta en materia de fiscalización a la Superintendencia de Valores y Seguros.
En esa línea, asegura que la Zona Franca se encuentra facultada para enajenar inmuebles de su propiedad y que en el caso del terreno donado al municipio de Alto Hospicio, no requirió ser informado al Ministerio de Hacienda. Del mismo modo, aseveró el organismo fiscalizador que la ley establece que los terrenos enajenados por Zona Franca conservan sus beneficios.
En cuanto al llamado a licitación realizado por el municipio y que buscaba vender ese terreno – el cual concluyó sin que se presentaran oferentes -, la Contraloría General de la República consideró inoficioso pronunciarse.
Frente a la materia, el alcalde de Alto Hospicio, Ramón Galleguillos, argumentó que la respuesta del ente fiscalizador echa por tierra la denuncia formulada por el diputado Gutiérrez. “Una vez más ha quedada comprobada la falsedad de las denuncias realizadas por este diputado, que sólo buscan enlodar la imagen del municipio de Alto Hospicio y, por cierto, de su alcalde, sólo con fines políticos. Ni en la donación del terreno ni en el llamado a licitación para su venta, hubo anomalías como dejó entrever Gutiérrez y todo el proceso estaba ajustado a la norma. Francamente, resulta sorprendente el afán fiscalizador que tiene el diputado con el municipio de Alto Hospicio, pero no es así de riguroso con sus socios políticos de Iquique. Me gustaría ver a este parlamentario defendiendo a los trabajadores exonerados injustamente de esa casa consistorial o preocupado de los problemas que realmente afligen a la comunidad, como por ejemplo, el vertedero de El Boro, donde hasta ahora ha guardado un silencio cómplice’’, subrayó.